La multa como pena ha adquirido importancia en razon de las ventajas que conllevan su implementación, entre ellas: carece de efectos degradantes sobre el condenado, permitiéndole mantener su contacto con el medio social y familiar; es fácilmente graduable y adaptable a la situación económica del reo; no conlleva gasto alguno al Estado para su ejecución, al contrario, le genera ingresos a sus arcas; y es un sustitutivo muy eficaz de las penas cortas de prisión, lo cual evita un proceso de desocialización en delincuentes primarios o hacedores ilícitos de menor gravedad.