La retroactividad implica que la nueva ley suprime o modifica las situaciones o consecuencias jurídicas de un hecho ocurrido bajo el imperio de la anterior, al causar la alteración o afectación tanto de derechos adquiridos como de hechos o situaciones jurídicas consumadas o consolidadas, es decir, realizadas o cumplidas plenamente antes de la fecha de vigencia de la nueva ley.