Los principios de continuidad y concentración, exigen que todas las pruebas se desarrollen en unidad de acto o lo más próximas posibles entre sí; la suspensión de las sesiones del juicio oral, una vez iniciado, para continuar las mismas tras el transcurso de un lapso de tiempo, constituye una verdadera excepción al principio de continuidad, que es uno de los que garantizan los derechos de las partes del proceso.