La eliminación o modificación legal de las condiciones para el ejercicio de un derecho tampoco afecta la existencia del derecho en sí, ya que el sujeto pasivo de la norma, lo único que tiene que hacer es adaptar su conducta a los nuevos requisitos para seguir ejerciendo el derecho de manera lícita, pero el derecho persiste; por ello, siempre y cuando se respeten los principios de razonabilidad y de proporcionalidad, el legislador puede modificar las condiciones de ejercicio de un derecho.