Al inicio de un proceso penal, con frecuencia se carece de los datos exactos, necesarios para establecer correctamente la identidad legal del presunto responsable de un delito, por lo que en dicho espacio, basta con la existencia de elementos mínimos tendentes a la individualización de éste; sin embargo, los datos requeridos para identificar plenamente al indiciado deben recabarse con urgencia durante la tramitación de la fase instructiva del proceso.