Cuanto más inelástica es la demanda de un producto o de un servicio, tanto más produce efectos regresivos; es decir que los impuestos que producen este tipo de efecto son pagados en mayor proporción por los sectores de la población de más bajos ingresos, y en menor medida por los que tienen más recursos; tal carácter regresivo no se da cuando el impuesto recae sobre bienes suntuarios.