De acuerdo a la teoría general de la apelación no bastan las generalizaciones y aspiraciones subjetivas de los litigantes, para entrar a conocer de la alzada de ahí que, el simple pedido de que se revoque o modifique la providencia dictada sin que se argumente sustanciosamente contra la misma, resulta insuficiente para valorarlo como fundamento del recurso contra la resolución impugnada.