El principio de capacidad económica o contributiva, también llamado "capacidad de pago", consiste en la aptitud económico-social de una persona para contribuir al sostenimiento de los gastos del Estado, enfocándose más en las posibilidades que en la idea de sacrificio económico; por ello, de acuerdo a la doctrina tributaria, la capacidad económica se mide por índices (patrimonio, renta) o por indicios (gastos, transacciones, etc.).