La cancelación de la inscripción de un partido político surtirá sus efectos en cuanto priva o quita al mismo la facultad de participar en actividades políticas o relacionadas a procesos eleccionarios, esto es, le está vedado hacer campañas de proselitismo, pactar coaliciones, presentar candidatos, hacer propaganda electoral, ejercer el derecho de fiscalización o vigilancia, etcétera.